Cita del día.

martes, 21 de marzo de 2017

Instalación de cerrojo FAC en puerta blindada. Segunda parte.

En una entrada anterior comencé a montar un cerrojo de seguridad FAC en la puerta de mi domicilio. El hecho de que se estén dando robos en domicilios sin forzar aparentemente nada, denominado en el argot bumping hizo que me decidiera a montar una segunda cerradura con la menor obra posible.



Colocado ya finalmente el embellecedor exterior, toca volver al interior de la puerta, donde sólo se había instalado el cerrojo, sin haber empezado con la fijación de los dos cerraderos de los que dispone:



Tampoco había comenzado con la eliminación de parte de la moldura interior de la puerta, que impide el movimiento de apertura del cerrojo, y que es prioritario:




Marcamos el ancho necesario para el discurrir de la barra:



Y como no tenía tiempo para ir a los trasteros a buscar el formón, comienzo la operación con la dremel y un disco de cortar en miniatura:


Con mucho cuidado, procedo a ir cortando el junquillo decorativo, lo más recto y ajustado a los trazos posible:


Luego toca deshacernos del material recortado. Un destornillador y un martillo ayudan:




Una vez vaciada la caja por donde circulará la barra del cerrojo, comprobamos que efectivamente lo hace sin roces u otros impedimentos:



Ahora, con un disco de lijado, lo pulimos un poco para quitar las zonas negras que se quemaron durante el corte, y para planificarlo lo mejor posible y así embellecerlo:


Una vez abierto el cerrojo, toca marcar en la jamba del marco el recorrido de la apertura. Hay que hacerlo presentando la jamba y midiendo, ya que el grosor de la misma es mayor que el espacio por donde discurrirá:



De nuevo con el disco de corte de la dremel cajeamos la jamba. Despacio y con buen pulso, para que quede lo más ajustado y lo más recto posible:



Para hacer los cortes transversales de forma limpia y estética, le damos la vuelta a la jamba y trabajamos por la parte trasera:






Cuando vemos que salimos a la parte visible es hora de comprobar si los cortes se ajustan a lo planeado. En este caso, ha sido un poco generoso... ja ja ja ja


... pero lo finalizamos y terminamos la caja de deslizamiento del cerrojo:



Presentando la jamba en su ubicación definitiva, vemos que funciona perfectamente:




Ahora toca colocar el cerradero principal. Para ello buscamos su ubicación con el cerrojo cerrado, de forma que tenga la menor holgura posible y marcamos la ubicación de los taladros para los tornillos:




Ni que decir tiene la importancia de que el cerradero quede lo más centrado posible sobre el premarco. De ahí la importancia que tuvo en su momento colocar la cerradura para que se cumpliera esta premisa.


En esta foto se puede apreciar como los cuatro taladros irán en la parte maciza del premarco y sujetarán de forma adecuada el cerradero:


Una vez más, toca taladrar. Broca de 4 mm para que luego los tornillos entren justos:



Atornillamos ligeramente un primer punto, para comprobar la situación del cerradero principal respecto del cerrojo y la verticalidad del mismo:


Y procedemos con los otros tres taladros:





Ahora toca ponerse con el cerradero auxiliar. Ya lo teníamos marcado previamente, por lo que procedemos a realizar los taladros para su fijación:


Lo atornillamos provisionalmente...


Y cerramos la puerta para comprobar que el cerrojo circula sin dificultad a través del mismo:


(no sin antes presentar también la jamba y el cerradero principal):



El cerrojo pasa perfectamente por ambos cerraderos, si bien, y debido al grosor de la jamba, deja demasiada separación con la barra en el cerradero principal:





Toca pues ir cajeando la ubicación del cerradero secundario, para que luego la chapa de refuerzo del marco vuelva a su ubicación original. Para entonces ya no puedo prescindir del formón:


Primero marco la totalidad del contorno...


... y después comienzo la extracción del material sobrante:


El material del marco de la puerta no es madera, sino una especie de cartón prensado, que cede muy bien al filo del formón:



Un primer intento...


... y el cerradero ya tiene su ubicación:


Ya sólo falta re-colocar la chapa de refuerzo del marco por encima del cerradero, en su ubicación original. Eso sí, y aunque no he sacado ninguna foto, aprovecho para colocar unos tornillos más largos que la fijen también al premarco de madera. Un añadido más en aras de la seguridad.

Respecto de la excesiva holgura del cerradero principal, decido desmontar la jamba y llevar a aquél al premarco directamente. De esta forma, el cerrojo deslizará más ajustado.

Pero ahora viene un nuevo problema. Y es que el cajeado que hice en su momento para el cerrojo, no es válido ahora para el cerradero.


Para solucionarlo presento cerradero y a su lado la jamba, y marco las dimensiones aproximadas del primero sobre la segunda:



Repitiendo el proceso con la dremel... le abro un hueco para alojar la parte más sobresaliente del cerradero:


Y ahora me viene otro problema. Y es que cuando he fijado el cerradero al premarco, éste no viene perfectamente enrasado con la puerta, dejando menos espacio del necesario para el deslizamiento del cerrojo. Así que procedo a separarlo ligeramente, mediante unas arandelas de hierro:


En la parte superior me basta con una. Cinta adhesiva de doble cara, y al agujero correspondiente:



Sin embargo, la distancia aumenta en la parte inferior del cerradero, por lo que tengo que doblar el número de arandelas, presentándolas también con cinta adhesiva de doble cara para ubicarlas:



Una vez corregido esta falta de enrasado, coloco los tornillos en la jamba:


A continuación introduzco el cerradero por detrás:



Y llevo todo el conjunto al premarco:


Solo queda atornillar gradualmente para acercarlo todo, y finalmente, apretar correctamente:


Éste es el resultado final:


Estéticamente, los tornillos vistos no quedan especialmente bonitos, pero te acostumbras rápidamente a ello. Y la abertura para el paso del cerrojo, aunque tampoco está perfecta, apenas se nota. Tampoco la caja para el cerradero está ajustada al milímetro...

Queda pendiente mejorar estos aspectos. Quizás cajee la ubicación de los tornillos, para embutirlos en la jamba. Y quizás aproveche entonces para cubrirlos de la misma masilla de color roble con la que rellenaré los huecos de los cortes de la jamba. Y quizás barnice el hueco de la moldura de la puerta. Pero eso tendrá que esperar a que termine las decenas de proyectos que siguen abiertos o en espera.

Lo que más me urgía era dotar de seguridad adicional a la puerta de entrada, y eso ya está hecho.

Aunque hay muchos modelos de cerrojo, las medidas y procedimientos que he descrito son para el que yo elegí, el FAC 946-RP/80 UVE. Comprado en Leroy Merlin, me ha costado unos 65 euros:


Supongo que los procedimientos y piezas no variarán demasiado de unos modelos a otros, y ya queda a gusto de cada uno el material a emplear.

En todo caso, y si te ha resultado interesante este  brico para reforzar vuestra seguridad en casa por poco dinero y esfuerzo, por favor, utiliza los botones que verás justo debajo para compartirlo por diferentes redes sociales y así hacer que llegue a más personas. 

Gracias.

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